SANTO DOMINGO .- En el 2014 Disney se atrevió a contar otra vez la historia de uno de sus grandes clásicos, pero esta vez desde la otra cara de la moneda.
La Maléfica de Angelina Jolie, a propósito que está de moda sentir compasión por los villanos, es una con la que muchos se pueden identificar, pues muestra el génesis de uno de los personajes más malévolos de los cuentos de hadas y alimenta la teoría que “nadie nace malo”.
Aquí veremos cómo los años han sido amables con Maléfica y Aurora. Su relación, nacida de desamor, venganza y, en última instancia, amor, ha florecido. Sin embargo, el odio entre el hombre y las hadas todavía existe. Pero, ya ni en los cuentos de hadas hay finales felices, pues a Maléfica se le acabó la paciencia y se le ocurre demostrar por qué es la reina del mal.
En esta segunda entrega vemos a una Aurora (Elle Fanning) enamorada y decidida a seguir con sus planes de bodas con el príncipe Philips, a pesar de que a Maléfica no le hace nada de gracia el tema del amor, cosa que es fácil de entender considerando que el padre de Aurora fue su gran amor y se atrevió a cortarle las alas (literalmente). Pero, por el gran amor que Maléfica siente por Aurora decide darle un chance a esta historia de amor, pero cuando le tocó convivir con la familia del novio, hasta ahí llegó la felicidad.
Como si se tratara de un culebrón de novelas, a Maléfica no le importaron los sentimientos de Aurora y se niega a que este matrimonio se efectúe, por lo que desata una nueva guerra en el Páramo.
En Maléfica II conocemos a nuevos personajes. Uno de ellos es la actriz Michelle Pfeiffer como la reina Ingrith, la futura suegra de Aurora que quiere acabar con Maléfica. También a Chiwetel Ejiofor como Conall, un ser bastante parecido a Maléfica, al punto de ejercer cierto control sobre ella y que de seguro tendrá mucho peso en la historia.
