Por: Sabala Ricardo Yen .- Hace 22 años dejó de latir el corazón más ardiente por servir a la patria, un hombre que dejó de ser un mortal para convertirse en un prócer y paladín de la DEMOCRACIA.
A pesar de la distancia en términos biológicos y generacionales en la que me ha correspondio estududiar a los hombres de nuestra historia reciente, admito que estudiar a Peña Gómez ha sido una tarea fascinante ver como el más humilde de la Patria, que nació en un vientre sin ningún tipo de privilegios escaló en las más altas esferas del liderazgo político mundial, un Apóstol Negro de la libertad
Escuchar a Peña Gómez y no ser estremecido por su verbo electrizante es como no ser de este mundo.
En nombre de José Bello, Fray Mercedes, el mío propio y la Asociación de Estudiantes de Ciencias Políticas de la UASD les ofrecemos nuestra solidaridad de amigo aún hombre como usted José Frank que heredó de su padre la sencillez, el don gente y conciliacion. Peña Gómez ya no es Peña Gómez, Peña Gómez es un pueblo