¿Quién esperaba este comienzo de eliminatoria entre Milwaukee y Boston? Seguramente ni los más optimistas del estado de Massachussets.
Los Celtics se han impuesto en el primer partido de las semifinales de conferencia pasando por encima de los Bucks por 90 a 112.
El dominio de los visitantes vino de la mano de Al Horford, un jugador que pocas veces recibe la atención mediática que merece y que en este encuentro destapó el tarro de las esencias. 20 puntos, 11 rebotes, 3 asistencias y 3 tapones con 3 de 5 en triples encabezan el resumen de su actuación, magistral a ambos lados de la cancha.
Horford incluso llegó a ser una auténtica pesadilla para Giannis Antetokounmpo, a quien le puso dos tapones.
La otra clave de la noche vino desde la defensa de Boston. Brad Stevens planteó un sistema que hizo imposible las operaciones de Giannis, quien se quedó en 22 puntos y 8 rebotes. Como habían realizado en el pasado los Celtics contra Milwaukee, hasta tres jugadores de Boston se ubicaron en línea formando una barrera imaginaria ante la que Antetokounmpo no encontró fisura alguna salvo en un par de momentos de la segunda mitad. El griego, desesperado, se atrevió con los triples a un ritmo mayor al que acostumbra (5 intentos desde el arco contra Boston tras promediar 2,8 a lo largo de la temporada).
Importancia de Horford
Si a la importancia de Horford y la defensa de Boston sumamos la efectividad de los verdes en ataque, nos queda el resultado que hemos visto, 22 puntos de diferencia en 48 minutos. Boston acertó con el 54% de sus tiros de campo y el 41% en triples, en contraste con el 35% y 33% respectivamente de los Bucks. Para Milwaukee fue su peor derrota del curso —los Bucks llegaron a ganar 45 partidos por 10 puntos o más— y se quedó lejísimos de su media anotadora, 38 puntos menos que lo acostumbrado durante los 82 encuentros de regular season.
Además de Horford, para los Celtics destacaron Jaylen Brown con 19 tantos y Kyrie Irving. El base se fue hasta los 26 puntos, 11 asistencias y 7 rebotes con 12 de 21 en lanzamientos de campo, convirtiéndose en un problema constante para la defensa de los Mike Budenholzer.
Parcial que no sirvió
Los Bucks parecieron volver a la vida cuando, mediante un parcial de 15 a 0 en el segundo cuarto, llegaron a igualar el marcador y parecían abrir un nuevo momento en el encuentro. Pero tras el descanso las aguas volvieron a su cauce y Boston comenzó a construir una nueva ventaja que ya jamás perdió.
Diferente a 2018
En los playoffs del pasado curso, Boston eliminó a Milwaukee tras 7 partidos en una eliminatoria en la que todos los partidos los venció el equipo local. Este año, a las primeras de cambio, el visitante se ha llevado el primer triunfo.
El segundo partido de la serie, también en Milwaukee, servirá para ver si los Bucks son capaces de hacer los ajustes necesarios como para volver a producir puntos a su ritmo habitual o Boston es capaz de lograr un segundo triunfo que les deje la eliminatoria a medio resolver.
