COVID-19: Dossier expone a China y su programa de virus de murciélagos

Trabajadores del gobierno chino. (AP)

SANTO DOMINGO .- El medio australiano Daily Telegraph, publicó un reportaje a partir de un dossier de 15 páginas sobre el programa de investigaciones de coronavirus mortales derivados de los murciélagos en Wuhan, China.

Según el documento obtenido, China suprimió o destruyó evidencia, silenció a médicos, activistas y periodistas y rehusó entregar muestras del virus a científicos internacionales que trabajarían en una vacuna.

El dossier dice que la actuación de China constituye un “asalto a la transparencia internacional” que ha costado la vida a cientos de miles de personas.

Alianza entre países

El medio explica que el gobierno australiano entrenó y financió a un equipo de científicos chinos que pertenecen a un laboratorio que modificó genéticamente los coronavirus mortales que podrían transmitirse de los murciélagos a los humanos y no tenían cura, y ahora es objeto de una investigación sobre los orígenes de COVID-19.

Mientras las agencias de inteligencia investigan si el virus se filtró inadvertidamente de un laboratorio de Wuhan, el equipo de investigadores liderado por la científica Shi Zhengli aparecen en el expediente preparado por los gobiernos occidentales, que señala varios estudios que realizaron en áreas consideradas como “preocupantes”.

Los temas principales de este documento incluyen la “negación mortal de la transmisión de persona a persona”, el silenciamiento o la “desaparición” de los médicos y científicos que hablaron, la destrucción de la evidencia del virus de los laboratorios de estudios genéticos y el “blanqueo de los puestos del mercado de vida silvestre“, junto con la negativa a proporcionar muestras de virus vivos a científicos internacionales que trabajan en una vacuna.

La agencia Federal Australiana de Investigación Científica e Industrial, CSIRO en inglés, con figuras importantes del Instituto de Virología de Wuhan realizaron una investigación sobre patógenos mortales en murciélagos vivos, incluido el SARS, como parte de una asociación en curso entre el CSIRO y la Academia de Ciencias de China.

El Daily Telegraph hace notar, que esta alianza continúa hoy en día -a pesar de las preocupaciones de que las investigaciones son muy arriesgadas-, según se observa en la página web del Instituto de Virología de Wuhan.Riesgosas investigaciones con murciélagos

En Wuhan, en la provincia china de Hubei, cerca del infame mercado húmedo de Wuhan, la Dra. Shi y su equipo trabajaron con equipos de alta protección en laboratorios de biocontención de nivel tres y cuatro que estudian coronavirus mortales derivados de murciélagos.

Al menos una de las 50 muestras de virus estimadas que la Dra. Shi guarda en su laboratorio tiene un 96% de compatibilidad genética con COVID-19. Aunque a una revista científica estadounidense, la doctora dijo que sintió un alivio cuando vio que la secuencia genética del COVID-19 no coincidía con ninguna de las que su laboratorio estaba estudiando.

Investigadores de la Universidad Tecnológica del Sur de China publicaron un estudio el 6 de febrero que concluyó que “el coronavirus asesino probablemente se originó en un laboratorio en Wuhan. Es posible que sea necesario reforzar el nivel de seguridad en los laboratorios de riesgo biológico de alto riesgo.”

“El documento fue retirado rápidamente porque no fue respaldado por pruebas directas, según el autor Botao Xiano”, dice el dossier, y señala que: ‘Ningún científico ha confirmado o refutado los hallazgos del documento’, el académico Yanzhong Huang escribió el 5 de marzo“.

Telegraph no afirma que el estudio de la Universidad Tecnológica del Sur de China sea creíble, solo que ha sido incluido en este documento de investigación del gobierno producido como parte del caso contra China.

Sin embargo, la posición del gobierno australiano es que el virus probablemente se originó en el mercado húmedo de Wuhan, pero que existe una posibilidad remota, una probabilidad del 5 %, de que se filtró accidentalmente de un laboratorio.

Los EE. UU., según los informes de esta semana de inteligencia dicen que no se creó en un laboratorio, pero si es probable que el virus se haya filtrado de uno; aunque también podría provenir de un mercado húmedo que comercializa y mata animales salvajes, donde se originaron otras enfermedades, incluida la gripe aviar H5N1 y el SARS .

Un cable ‘’sensible pero abierto al público‘’, con fecha del 19 de enero de 2018, obtenido por The Washington Post, reveló que los científicos y diplomáticos de la embajada de EE. UU. en Beijing visitaron el laboratorio y enviaron advertencias a Washington sobre las prácticas de seguridad inadecuadas y las debilidades de gestión mientras conducían investigaciones sobre coronavirus de murciélagos.El involucramiento de Australia y EE.UU.

El reportaje explica que La Dra. Shi, directora del Centro de Enfermedades Infecciosas Emergentes del Instituto de Virología Wuhan, de la Academia China de Ciencias, pasó tres meses en Australia, desde el 22 de febrero al 21 de mayo de 2006, donde trabajó en el CSIRO.

Aunque la agencia federal australiana no quiso comentar sobre el trabajo que Shi realizó en ese país, en la página del instituto de Wuhan afirma que realizó investigaciones del virus SARS.

“Los anticuerpos y genes del virus del SARS se probaron en el Laboratorio Estatal de Virología en Wuhan y en el Laboratorio de Investigación de Salud Animal en Geelong, Australia”, afirma.

El protegido de la Dra. Shi, Peng Zhou, ahora jefe del Proyecto de Infección e Inmunidad contra el Virus del Murciélago en el Instituto de Virología de Wuhan, pasó tres años en el laboratorio de Australia Animal Health Facility de biocontención entre 2011 y 2014. Fue enviado por China para completar Doctorado en el CSIRO de 2009-2010.

Durante este tiempo, el Dr. Zhou hizo arreglos para que los murciélagos capturados en la naturaleza fueran transportados vivos por aire desde Queensland al laboratorio en Victoria, donde fueron sacrificados para disección y estudiados en busca de virus mortales.

La Dra. Linfa Wang, mientras era profesora honoraria del Instituto de Virología Wuhan entre 2005 y 2011, también trabajó en la Oficina CSIRO entre 2008 y 2011.

A pesar del peligro, tanto el gobierno australiano como el estadounidense financiaron estos proyectos en conjunto con el gobierno chino.

Estados Unidos retiró el financiamiento de experimentos controvertidos que hacen que los patógenos sean más potentes o puedan propagar virus peligrosos en octubre de 2014, preocupados de que esto pudiese conducir a una pandemia mundial. No obstante, esta pausa se levantó en diciembre de 2017, explica el reportaje.

A pesar de las preocupaciones, el CSIRO continuó colaborando y financiando investigaciones con el Instituto de Virología de Wuhan.Desaparición de un trabajador y destrucción de evidencias

De todos los periodistas, médicos, científicos y activistas que han desaparecido, ningún caso es más intrigante que el de Huang Yan Ling, una investigadora del Instituto de Virología de Wuhan.

De Ling se especuló como la “paciente cero”, luego vino su desaparición, con su biografía e imagen borradas del sitio web del Instituto de Virología de Wuhan.

El 16 de febrero, el instituto negó que fuera paciente cero y dijo que estaba viva y sana, pero no ha habido pruebas de vida desde entonces, lo que avivó la especulación.

El 31 de diciembre, las autoridades chinas comenzaron a censurar las noticias sobre el virus en los motores de búsqueda, eliminando términos como “variación del SARS, “mercado de mariscos de Wuhan“ y ”neumonía desconocida de Wuhan“.

El 1 de enero, sin ninguna investigación sobre el origen del virus, el mercado de mariscos de Wuhan fue cerrado y desinfectado.

La comisión de salud de Hubei ordenó a las compañías de genética que dejaran de analizar el nuevo virus y que destruyeran todas las muestras. Un día después, el 3 de enero, la principal autoridad de salud de China, la Comisión Nacional de Salud, ordenó que las muestras de neumonía de Wuhan fueran trasladadas a instalaciones de prueba designadas o destruidas; al mismo tiempo emitían una orden de no publicación relacionada con la “enfermedad desconocida”.

Los médicos que hablaron valientemente sobre el nuevo virus fueron detenidos y condenados. Sus detenciones se publicaron por los medios estatales chinos con un llamado de la policía de Wuhan a “todos los ciudadanos para que no fabricaran rumores, no difundieran rumores, no crearan rumores”.

El expediente condena las constantes negaciones de China sobre el brote.

“A pesar de la evidencia de transmisión humano-humano desde principios de diciembre, las autoridades de China lo niegan hasta el 20 de enero”, afirma.

“La Organización Mundial de la Salud hace lo mismo. Sin embargo, los funcionarios en Taiwán expresaron su preocupación el 31 de diciembre, al igual que los expertos en Hong Kong el 4 de enero“, dice el dossier.

El documento expone la hipocresía de las prohibiciones de viaje autoimpuestas de China mientras condena a las de Australia y Estados Unidos, declarando:

“Millones de personas abandonan Wuhan después del brote y antes de que Beijing cierre la ciudad el 23 de enero. Miles vuelan al extranjero. A lo largo de febrero, Beijing presiona a los Estados Unidos, Italia, India, Australia, los vecinos del sudeste asiático y otros para que no se protejan a través de restricciones de viaje, incluso cuando la República Popular China impone restricciones severas en su país.”

Fuente.


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