SANTO DOMINGO .- Los clubes que conforman las Grandes Ligas tienen un amor ciego con la República Dominicana que parece forrado de acero inoxidable, capaz de resistir cualquier tormenta. Aquí cada uno de ellos (30) tiene modernas academias que emplean a cerca de un millar de personas y no ha habido crisis que frene su flujo de divisas, detrás de las próximas estrellas o de jugadores de nivel reemplazo, como lo demuestra el último año fiscal.
Los equipos destinaron US$86,748,300 en firmar a prospectos dominicanos en el periodo comprendido entre el 2 de julio de 2019 y el 15 de mayo pasado, cifra récord para el tramo en el que los clubes están hábil para reclutar el talento aficionado formado fuera de los Estados Unidos.
De acuerdo con datos suministrados por la Major League Baseball a DL, en el lapso fueron fichados 471 jóvenes criollos, lo que disparó el bono promedio hasta los US$184,179. Fueron casi RD$9 millones cuando se hace la convertibilidad de la moneda estadounidense en últimos 9 meses.
Para poner las cifras en perspectiva, el último año los depósitos para contratar el talento dominicano se duplicó en solo seis años y creció hasta ocho veces hasta 2003-2004 cuando DL comenzó a realizar la publicación anual de estos movimientos.
El monto total creció en US$4,240,355 con respecto al año previo, aunque el bono promedio subió en US$44,336, si bien el número de firmas tuvo un descenso interanual de 119. Todo esto en un contexto donde los equipos tuvieron que cerrar sus academias a mediados de marzo como medida preventiva ante la pandemia del COVID-19, lo que cerró la posibilidad de reclutar otros jóvenes.
Un escenario pandémico que mantiene en un limbo el arranque del próximo ciclo de firmas, pendiente para el 2 de julio próximo.Razones del despegue
La zafra 2019-2020 tuvo un despegue meteórico impulsado por la presencia de dos jugadores que batieron la marca del bono más alto que estaba en poder de Nomar Mazara con US$4,995,000 desde 2011.
Se trata del jardinero Jasson Domínguez y el torpedero Robert Puasón rubricaron su unión con los Yankees y Atléticos, a razón de bonos de US$5,100,000.
A este dúo de súper prospectos se sumaron otros bonos de siete dígitos como Bayron Lora, que recibió de Rangers US$3,900,000; Erick Peña (Kansas City) US$3,800,000; Emmanuel Rodríguez (Minnesota) US$2,500,000; Alexander Ramírez (Metros) US$2,050,000; Dauris Lorenzo (Houston) e Ismael Mena (San Diego) US$2,000,000.
También, Brailin Minier (Reds) US$1,800,000; Kevin Madé (Cubs) US$1,700,000; Adael Amador (Rockies) US$1,500,000; Jhon Díaz (Rays) y Rikelvin de Castro (Blue Jays) US$1,200,000; Junior Sánchez (Marlins) 1,150,000, mientras que Adrian Plasencia (Angels), Franyel Báez (Diamondbacks) y Pablo Aldonis (Nationals) consiguieron US$1,000,000. Los 67 jugadores que recibieron al menos US$300,000 totalizaron US$62,725,000. Este grupo representó el 14.2% de los firmados, pero se quedó con el 72.3% del dinero entregado por los equipos.
Una constante año tras año y un dato que maneja al dedillo la oficina de la MLB, que lo ha utilizado como patrón en los ensayos de laboratorio que ha realizado en caso de que pueda aprobar un sistema de sorteo cuando expire el actual acuerdo laboral con los jugadores, en octubre de 2021.
