Los Toros tienen el pitcheo para cerrar una temporada de ensueño ante Licey

La rotación tuvo 1.75 de efectividad ante TL y El bate de Filia debe mejorar la ofensiva azul

SANTO DOMINGO .- Casi tres décadas y media después el Licey tiene que ir a La Romana a buscar otra corona para una vitrina que ya queda pequeña ante tantos trofeos colectados durante más de un siglo, aunque esta vez la etiqueta de favorito le corresponde a un rival que tiene otro nombre y que ha dominado el torneo a paso arrollador desde la segunda semana de competencia.

En aquel 1984-85 en que los Tigres ganaron 4-1 asistieron con un trabuco que incluía a José Rijo y Ramón “Pintacora” de los Santos en el montículo, Tony Fernández, Rafael Landestoy y Glen Davis en el cuadro y George Bell y Cesarín Gerónimo en los jardines.

Esta vez el papel promete ser más exigente.

En la actual campaña, una vez los Toros superaron su 1-6 de pánico en la primera semana han jugado para 45-16 desde el 19 de octubre, eso incluye la regular y playoffs. Es decir, ganaron siete de cada diez partidos que disputaron, una carrera que les mereció el premio al Jugador Más Valioso (Peter O’Brien) y Dirigente del Año (Lino Rivera).

Sin en la regular hubo paridad en la serie (5-5) en el round robin se marcó diferencia con los taurinos que salieron por la puerta grande en cinco de los seis enfrentamientos.

Los bovinos esperan desde esta noche en el Francisco Micheli escudados con una inédita rotación extranjera que mete miedo. Los cubanos Raúl Valdés (6-2, 3.05 entre regular y round robin), Carlos Hernández (7-1, 1.76), Jorge Martínez (6-2, 1.29) y el panameño Paolo Espino (4-2, 2.02).

Este cuarteto trabajó entre las dos fases previas en 11 encuentros contra los azules con un desempeño para asustar. En 56.4 entradas solo aceptó 40 hits, 11 carreras, otorgó 14 boletos, ponchó a 47 hombres y terminó con la impresionante efectividad de 1.75.

Pero en una liga donde los planteles sufren transformaciones tan profundas dan una mejor referencia choques recientes. El pasado día de Reyes, Martínez “se echó en un bolsillo” a la alineación azul parecida a la que enfrentará con seis capítulos de solo dos hits y cinco ponches. Y el 12 estuvo 5.2 innings de apenas tres imparables. Espino le tiró 6.0 entradas de solo cuatro imparables y tres bases el cuatro de enero.

Y como si se tratara de evitar que los felinos se fortalezcan tomaron en el sorteo de importados al derecho cubano Yunesky Maya, que busca su cuarto anillo con igual número de equipos tras lograrlo con Licey (2016-17), Águilas (2017-18) y Estrellas (2018-19).

La ofensiva romanense sobreanotó 26-10 a la azul en la postemporada. Un equipo con el que a Rivera no le ha faltado la sonrisa en su rostro y que ha superado bajas como la de Yamaico Navarro y un arranque lento en los playoffs de O’Brien.

La adquisición de Junior Lake y Christian Bethancourt en el sorteo, la integración de Abraham Almonte y Jeimer Candelario y Pedro Florimón y Jorge Mateo han compensado una postemporada por debajo de Jordany Valdespín (.214, sin extrabases y cinco empujadas).

Un Rivera que va por su segunda corona, luego de dirigir a las Águilas a finalizar su sequía de una década en 2018.Respuesta azul

Más allá del desborde de optimismo que dejó el épico y decisivo choque contra las Águilas, llega la hora de aterrizar de esa burbuja.

El Licey apela al oxígeno que puede inyectarle a su débil rotación el brazo del puertorriqueño Luis Cruz y en la ofensiva un Eric Filia.

Cruz fortalece un cuerpo de abridores que fue el dolor de cabeza de Junior Noboa y millones de liceístas en enero, una vez se desmontó casi toda la rotación del barco. César Valdez activó las alarmas cuando alertó que solo le quedaba una salida y otra posible en la final cuando un brazo como el suyo puede cambiar las opciones añiles en una serie larga.

El resto de la rotación, que incluye a Evan MacLane para abrir hoy, es una interrogante, como Esmil Rogers y el mexicano David Reyes.

Filia, el toletero escogidista que no paró de batear en el round robin (.397 con 10 remolcadas), llega a una alineación bipolar que se cayó en el cierre del todos contra todos y requirió de un partido maratónico para llegar a la final.

La gerencia felina no ha parado de tocar puertas y hasta llamó a Erick Mejía para conocer si había cambiado de opinión tras su salida en diciembre para llegar descansado a los campos de entrenamiento de los Reales.

Se exigirá que el núcleo de los hermanos Jorge y Emilio Bonifacio, Hanley Ramírez, Sócrates Brito, Erick Aybar y Michael de la Cruz estén a la altura.

Fuente.

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