Paloma San Basilio, un deleite musical en escena

La artista entregó lo mejor de su repertorio. (VLADIMIR SANTOS)

SANTO DOMINGO .- La cantante, actriz y pintora española, Paloma San Basilio, fue un libro abierto durante su espectáculo “Más cerca” este sábado 22 de junio en el Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua.

Al repertorio que interpretó le fue agregando sus vivencias, desde su niñez hasta días recientes, lo que se convirtió en una historia contada de su vida a la par con su dulce y potente voz mezzosoprano lírica.

Durante dos horas la laureada artista entonó más de 20 canciones consideradas como sus favoritas y honró la música del maestro Juan Luis Guerra. Con éxitos como “Cariño mío”, “Luna de miel” o “Juntos”, el momento más nostálgico de la noche fue cuando entonó “No llores por mí, Argentina” en honor a la fenecida líder política Evita.

Seis cuadros pintados por ella adornaron una escenografía minimalista que se bastó de su pianista, un violinista y a su vez guitarrista, siendo ella la gran protagonista no sólo por su talento vocal, sino por el garbo, elegancia, dominio y simpatía que mantuvo a los espectadores en reverencia hacia ella.

A las 10:00 pm la jazzista dominicana Sabrina Estepan abrió la gala musical y se valió de varios temas, entre ellos “Qué será de ti”.

A las 10:17 de la noche las luces enfocaron la figura de San Basilio impecablemente vestida con un enterizo negro y una falda desmontable roja con un hermoso lazo, mientras que su rostro fue iluminado con dos pendientes.

Sus primeras notas musicales fueron “No te mires en el río”, “Ojos verdes”, “Ser feliz”, “Me he acostumbrado a su mirar” y “Sueño imposible”.

Entre anécdotas se trasladó a su infancia y recordó verse llorando sobre el regazo de su madre porque no quería crecer, quizás adivinando el futuro que le esperaba; o por las dificultades de mantener una carrera artística y ser una buena madre. Siguió deleitando con “Juntos”, que fue aderezada por varias notas de jazz y luego “Luna de miel”, de su álbum “Grande” (1987) cuya composición de Milkis Theodorakis y Rafael de Penagos es una de las preferidas.

“Cheek to Cheek”, “Mago de Oz” y “Aquellas pequeñas cosas”, entre otros éxitos cantados en inglés, francés y portugués le hicieron despojarse de su falda roja y quedarse solo con el enterizo para bailar un poco sobre el escenario mientras le salían pasitos españoles.

Tanto cruzar los océanos de un lugar a otro fue el motivo para cantar “Mediterráneo” de su compatriota Joan Manuel Serrat.

En un momento mas distendido relató de forma cómoda y cantada que el gimnasio no es lo suyo. Prefiere el mar, que es lo que la mantiene radiante, dice. Además, realiza yoga, así se mantiene esbelta a sus 68 años, logrando el aplauso de aprobacion de los admiradores.

Recordó la influencia musical de América al interpretar el bolero “Sabor a mí”, del Trió Los Panchos y “Vida loca” de Francisco Céspedes.

“Tengo que dar las gracias por tanto. 40 años después me siguen queriendo”, manifestó agradecida previo a su interpretación de “Gracias a la vida” de Mercedes Sosa.

Luego se colocó una falda negra de lentejuelas para un instante conmovedor.

Con nostalgia y altura interpretó la ópera “No llores por mí, Argentina”, tema que se desprende del musical “Evita” realizado en el año 1980, le brotaron las lágrimas y recordó que “Evita lloraba por mí y yo derramaba lágrimas por Evita. ¿ Ahora entienden porque lloraba cada vez que tocaba esta canción?”.

En otra de sus intervenciones deseó que la inteligencia artificial ayude a que en un futuro nadie tenga que dejar su hogar por hambre, guerra y violencia.

La parte culminante llegó con un homenaje a un dominicano. San Basilio cantó con un arreglo diferente “Bachata Rosa” y un poquito de “Burbujas de amor”, derrochando elogios sobre Juan Luis Guerra: “¡Cuántas cosas bonitas escribe este hombre tan alto!”. Previamente Paloma San Basilio había admitido que admira a JLG por la “belleza poética y armonización de sus letras”.

“En este tiempo cada minuto es oro líquido. Por eso quería tenerlos…más cerca”, así se despidió la artista de 68 años en medio de reverencias tras un repaso de lo mejor de su repertorio compuesto por 33 álbumes y una trayectoria de más 40 años.

Tras presentar a los destacados músicos, de regalo, Paloma San Basilio interpretó “Alfonsina y el mar” lanzando besos y demostrando cariño y agradecimiento a los asistentes.

Se cerró el telón a las 12:05 de la medianoche pero el público quería más.

Fuente.

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