Santo Domingo.- La República Dominicana y el resto del mundo está amenazado por desaprensivos, por el cambio climático, por las frecuencias de daños morales, materiales y por la falta de prudencia que es la madre de todas la virtudes.
Talado de árboles, contaminación de los ríos, alimentos modificados genéricamente y otros alterados por las personas para sacarle provecho económico y una poderosa, pero mortal acción como la indiferencia que nos está caracterizando son parte del título de nuestro artículo semanal.
A dónde vamos a parar los dominicanos donde un grupo de personas quieren montarse en las desgracias individuales y colectivas para sacarle provecho personal, pero que vamos hacer con muchos líderes nuestros que nadie conoce del trabajo social de los mismos ni siquiera en sus respectivas organizaciones políticas, sería bueno revisar las acciones en el vecindario, en las escuelas, en las organizaciones sociales de muchos de estos prometeos de la democracia dominicana.
Es una necesidad urgente que hagamos ciudadanía, con un verdadero compromiso social y real en nuestras comunidades, que podamos sacar en cada elección los mejores representantes y que los mismos estén facultados para llevar acciones positivas para sus comunidades y para el Estado Nación, para nuestras presente y futuras generaciones.
Es muy recomendable, que muchos líderes de nuestra sociedad se puedan volver a la lectura del libro de cabecera que han dejado de leer y que puedan volver a usarlo como referente el «Oráculo Manual o el Arte de la Prudencia.» De Baltazar Grancían, porque querer hacer de las problemáticas nacionales una piñata, no es un buen síntoma, para aquellos que aspiran hacer las cosas diferentes.
