Coldplay brinda una noche mágica, de color y mucha música en Santo Domingo

“¡Klk, dominicanos!”, exclamó Chris Martin en el Estadio Olímpico

SANTO DOMINGO .– El público dominicano fue llevado literalmente al universo de Coldplay. El tour “Music of the Spheres” (Música de las esferas) se detuvo en Santo Domingo la noche de este martes 22 en el Estadio Olímpico.

La emblemática banda británica de pop rock alternativo ofreció un espectáculo sin igual al combinar en la escenografía un concepto que simulaba un espacio sideral, un juego de pirotecnia, fuegos artificiales, lluvia de confeti, pelotas y hasta títeres.

Todo lo descrito con tecnología biodegradable en favor del medio ambiente y, sobre todo, mientras Chris Martin entonaba a la par, con las ejecuciones de los músicos Jon Buckland, Guy Berryman y Will Champion, los grandes éxitos “Viva la Vida”, “Paradise”, “Yellow”, o “My universe”, entre otras canciones de principio a fin por el público eufórico.

La conexión fue tal que Chris Martin, el líder del grupo, no paró de sonreír ante las muestras de cariño y exclamó en español “Klk, dominicanos”, siendo una de las tantas frases que pronunció en español, aunque reconoció que habla nuestro idioma “como un niño de dos años”.

La parte más memorable hacia Quisqueya fue cuando el vocalista versionó en español con su guitarra “Bachata Rosa”, la clásica canción de Juan Luis Guerra, que fue coreada en su totalidad por los asistentes que no esperaban esa sorpresa.

Mujeres teloneras

Previo al show la cantante norteamericana H.E.R., cuyo nombre de pila es Gabriella «Gabi» Wilson, encantó a la audiencia con su dominio vocal y su ejecución de la guitarra. La artista cantó “Hard place”, entre otros temas. 

“Te amo RD, nos vemos la próxima vez”, dijo la artista en un ‘casi’ español.

Como parte de la gira latinoamericana ella y otras cantantes han sido las teloneras de los shows de Coldplay

La representación dominicana fue La Marimba, la joven que se destaca por resaltar los ritmos caribeños, su bella voz y su performance al tocar la güira. La cantante criolla interpretó “No se puede apagar”, “Agua que llegó” y más de su disco “Seré”.

Bienvenidos al mundo de Coldplay

El público con las pulseras fluorescentes.

A las 9:11 de la noche, y por las siguientes dos horas, se vivió una experiencia única, poco antes vista en espectáculos en el país. Los asistentes al Estadio Olímpico estuvieron en el mundo de Coldplay en cuatro actos que, gracias al juego de luces led, humo y pirotecnia recrearon varios ambientes.

En el primer acto, “Planets”, tal cual estaba diseñado el espectáculo, las grandes pantallas mostraron casi de forma tridimensional los planetas a tono con colores azul oscuro y verde que resaltaban aún más con las pulseras de la gente y cambiaban de color según la temática.

Music of the spheres”, el nombre de su álbum, abrió la lista de canciones. Chris Martin, moviéndose de un lado a otro con notada energía y felicidad, siguió cantando “Higher Power” y «Adventure of a Lifetime” mientras del cielo caía una lluvia de confeti.

Esto se destina para el final de los conciertos, pero aquí esto fue solo el comienzo.

De inmediato lanzaron pelotas rojas que se mezclaron con la escenografía de igual color para ese momento. La euforia de niños y adultos iba en aumento. Cuando sonó “Paradise”, uno de sus hits que cumple una década, el aforo tomó otro matiz. Todos saltaban y movían las manos mirando el cielo ‘lleno’ de papelitos de colores (confeti). 

“Bienvenidos amigos y amigas. Muchísimas gracias”, dijo Martin vestido con un t-shirt que tenía un botón que se leía “Love” (Amor).

Con “The Scientist”, del álbum “A Rush of Blood to the Head”, lanzado en el año 2002, justo hace 20 años, llegó el segundo acto, “Moons” (Lunas).

Ese nombre representó la razón para que el ambiente se sintiera ‘gravitando’ en el espacio y en esa onda cantaron el inspirador y soñador “Viva la Vida”, uno de los grandes éxitos del 2000.

“For some reason I can’t explain

Once you’d gone there was never

Never an honest word

That was when I ruled the world”

Al interpretar “Hymn for the weekend” una coreografía de llamas emergió para dar paso a otras composiciones como “Spark”, “Yellow” y “Human Heart”.

De la guitarra, Chris Martin pasaba al piano y se inspiraba de tal forma con sus propias canciones que cerraba los ojos, suspiraba y movía la cabeza.

En muchos momentos conversador soltaba palabras en español y se reía de su mala pronunciación. Un fanático le lanzó la Bandera dominicana y Chris se quedó con ella agarrada del bolsillo hasta el final.

Un poco de electrónica y estrellas

Pasó la primera hora y en el tercer acto, “Stars” (Estrellas), las canciones con un toque de electrónica irrumpieron la escena. Esto sumado con otra novedad, se unieron hombres como ‘robots’ y los integrantes se pusieron un casco de alíen mientras descendía un espejo de láser, una bola brillante y mucha pirotecnia.

Todos cantaron a todo pulmón “My universe”, un corte grabado con el grupo surcoreano BTS que solo en Spotify suma 500 millones de reproducciones.

En “A sky full of stars” Chris Martin paró la música un momento para pedir, hincado, que por favor dejaran de grabar y solo se concentraran en disfrutar el momento. Y así lo hizo la mayoría cantando y moviendo las manos como una ola.

El tema “Coloratura” dio más color a la velada y en la parte final del viaje, cuyo acto se tituló “Home” (Hogar), Coldplay caminó entre la gente y cambió hacia la parte final del escenario en forma de L.

Allí, Chris Martin protagonizó uno de los momentos más aclamados: cuando mostró su admiración y respeto a Juan Luis Guerra con “Bachata Rosa”. 

“Sunrise” (Amanecer), simuló la salida del sol poniendo el estadio de color amarillo, pues las pulseras fluorescentes cambiaban según el tipo de canción y concepto. 

“Humankind” y “Biutyful” finalizaron un viaje de composiciones que tocaron el amor, el desamor, pero lo más importante, invitaron a ser mejores seres humanos y soñar con un mundo mejor.

A las 11:17 de la noche Coldplay se despedía haciendo reverencias al público por varios minutos, otra muestra de la calidad humana de los músicos que se despojaron de cualquier ‘artistaje’ de muchos famosos. 

Su influencia, más bien, la utilizaron para promover el cuidado del planeta y las ventas de boletas van destinadas a esta causa alrededor del mundo.

“El mejor concierto que he ido en mi vida”, “Fue único”, “Lo máximo”, “Esto sí fue un concierto”, eran los comentarios de la gente al salir del Olímpico completamente complacida.

En favor del medio ambiente

El concierto contó con una pasarela de 30 metros y una pantalla en el suelo del escenario donde la banda se paseó de un lado a otro.

Producido por Saymon Díaz, fue el primer concierto de carbono neutral del Caribe.

La banda solicitó un riguroso compromiso con evitar la contaminación en el espacio luego de acabado el espectáculo. Las pulseras tenían que devolverse a la salida. Además, había bicicletas que al pedalearlas emitían la energía utilizada en el show.

De hecho, Chris Martin presentó a su padre que estaba pedaleando y este saludó a la audiencia al verse en pantalla grande.

A solo un día de presentarse en el Estadio Olímpico Félix Sánchez, los artistas se dirigieron al sur de la isla, a Nigua, provincia San Cristóbal, y sembraron árboles como parte de la campaña de reforestación en el Parque Ecológico de Nigua, específicamente en la Playa los Cuadritos.

Fuente.

Compartir...
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter

leave a reply

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga mejores resultados al momento de
querer informarte a través de lasultimasnoticias.net puedes informarte mejor en. Sobre las Cookies,

Tambien puedes saber mäs acerca de nuestra Política de Privacidad

aceptar