Tiempo atrás, cuando los padres llevaban a sus niños a alguna actividad fuera de casa, tomaban ciertas medidas para asegurarse que estos estarían fuera de peligro. Hoy en día, las fronteras de lo que es un lugar seguro, se han extendido a nuestros hogares por medio de dispositivos como la televisión, el teléfono celular, tabletas, computadoras y sobre todo las facilidades que nos ofrecen medios como el internet para llegar a cualquier tipo de contenido o lugar cibernético en cuestión de minutos.

¿Estamos tomando esto en cuenta para la seguridad de nuestros niños?

Si bien es cierto que el internet es una herramienta útil para el desarrollo de nuestros niños, de igual manera debemos estar conscientes de que existen una serie de riesgos a los que estos están expuestos y para las cuales no estamos tomando acciones preventivas. El acoso, el cyberbullying, la pornografía infantil, contenidos con retos que ponen en riesgo la vida, adultos tratando de ganarse la confianza de niños para fines de abuso y explotación, son algunas de principales amenazas que hoy en día enfrentan nuestros niños.

Otro de los efectos relacionados al uso prolongado de dispositivos electrónicos por parte de los niños, es el aislamiento social, privándolos de la realidad que los rodea, de las interacciones sociales que nos llevan a una sana vinculación y empatía con el otro. Es necesario tener cuidado de no acudir frecuentemente al uso de dispositivos para calmar a nuestros pequeños.

No podemos dejar de lado los efectos en la salud, como la obesidad producto de la falta de ejercicios físicos, así como desórdenes del sueño, visuales o de adicción.

Cómo padres, ¿qué podemos hacer para proteger a nuestros niños?

* Concientizar a nuestros hijos sobre lo que podrían encontrar en internet y la importancia de comunicarlo a los adultos.

* Asegurarnos que los dispositivos de nuestros hijos cuenten con mecanismos de protección como por ejemplo un sistema o herramienta de control parental, donde podamos controlar los sitios que estos visitan.

* Disponer de herramientas anti-malware para evitar infecciones que puedan acarrear el control del dispositivo por parte de individuos externos.

* Controlar el tiempo en que nuestros niños utilizan los dispositivos electrónicos y navegan en el internet.

* Monitorear el uso que dan a las redes sociales respetando las edades requeridas. Los padres deberíamos ser seguidores de las cuentas de nuestros hijos.

* Utilice o configure las características de privacidad que le permiten aplicar las distintas aplicaciones de redes sociales.

* Orientar sobre la no publicación de información que pueda ofrecer a extraños su ubicación, dónde estudian, en qué horario asisten a clases extracurriculares, entre otras.

Facilitar un dispositivo a nuestros niños implica que les comuniquemos la responsabilidad que adquieren para su uso y manejo.

Por: Julio C. Matías

Seguridad de información y tecnológica.

Martha Sugel Álvarez de Matias, MA