Por Danilo Díazgranados
Ingeniero Financiero | Especialista en Finanzas Internacionales
Sobre el Autor
Por años, los príncipes del petróleo. Los líderes en la extracción y comercialización del hidrocarburo. Pero todo puede cambiar de un día para otro. Quizá en cuestión de horas y hasta minutos…
Y eso fue lo que les pasó a los árabes saudíes. Según cifras mostradas por la Iniciativa Conjunta de Datos de Organizaciones (JODI), y que dan cuenta de los resultados a junio pasado, Rusia desplazó a Arabia Saudita del segundo lugar como país productor de petróleo. El líder en esa categoría sigue siendo Estados Unidos.
Los datos de la JODI son aportados directamente por unos 114 países. Se señala que en el sexto mes del año Rusia produjo unos 8,78 millones de barriles de crudo, mientras que Arabia Saudita, que había recortado voluntariamente su producción en 1 millón de barriles por día (bpd) -adicionales a los 2,5 millones que debía reducir, de acuerdo con el acuerdo de la OPEP de mayo- solo produjo 7,5 millones de barriles.
Y mientras eso ocurría, Estados Unidos continuaba consolidándose como el líder indiscutible en la producción de hidrocarburos, al alcanzar en junio 10,87 millones de bpd, cifra un tanto superior a los 10 millones de bpd de mayo, mes en el cual se registró la menor producción desde 2017.
Pero no es la primera vez que esta situación se presenta. Desde hace algunos años, tanto Rusia como Arabia Saudita se intercambian esta posición. Además, por todos es sabido que, más que rivales, se comportan como socios y de hecho hasta comparten estrategias y líneas de acción tendentes a impedir el derrumbe de los precios en los mercados internacionales.
Según pronósticos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Estados Unidos seguiría siendo el líder indiscutible como país productor, no obstante los recortes en su producción de los cuales ha sido objeto, siguiendo los lineamientos esbozados por la OPEP, en su búsqueda por estabilizar los precios del hidrocarburo, en el llamado margen de lo razonable, a unos 40 dólares, aproximadamente.
Y pese a los vaivenes del mercado, tanto Rusia como Arabia Saudita seguirán intercambiando posiciones, sin menoscabo de seguir perteneciendo al exclusivo club que los ubica entre las cinco primeras naciones productoras de petróleo en el mundo.
