ESTADOS UNIDOS .- El Departamento de Estado de Estados Unidos, informó que actualmente sostienen conversaciones con sus aliados internacionales para retirar cientos de embarcaciones chinas que se dedican a la pesca ilegal en América Latina.
En una conversación con periodistas de todo el continente, el subsecretario de Estado Adjunto en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Jon Piechowski y el director interino de la Oficina de Conservación Marina, David F. Hogan, aseguraron que China cuenta con una de las flotas pesqueras más grandes del mundo dedicadas a la pesca ilegal, indicando que dicha práctica “amenaza la seguridad económica, degrada el medio ambiente y debilita el orden mundial”.
En lo que representa un nuevo esfuerzo por frenar esta industria, el Servicio de la Guardia Costera de Estados Unidos señala que la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR, por sus siglas en inglés), ha sustituido la piratería como principal amenaza a la seguridad marítima.
“Los pescadores ilegales capturan 26 millones de toneladas de pescado al año, lo que resulta en decenas de miles de millones de dólares perdidos por la pesca legal. Estas embarcaciones chinas se encuentran cerca de las zonas de incursión económica y afectan la soberanía de los países donde están ubicadas. Ya hemos establecido conversaciones bilaterales con Pekín y han declarado que tienen una política tolerancia cero en cuanto al INDNR, y procurará cumplir las leyes internacionales”, dijo Piechowski.
Pescadores de países como Perú, Chile y Ecuador han expresado están siendo afectados por estas prácticas, quedándose sin trabajo y reduciendo su producción debido a la sobrepesca de las poblaciones.
En la conferencia de prensa celebrada en el día de hoy, tanto Hogan como Piechowski, indicaron que el Departamento de Estado lidera la lucha para combatir la pesca ilegal, con las firmas internacionales de todos sus socios, para evitar que se agoten los recursos pesqueros en el océano porque afectan la economía de Estados Unidos.
Igualmente, indicaron que están luchando por evitar que las embarcaciones que hacen ese tipo de trabajos, sean descargados en puertos.
“Esto en ocasiones se dificulta, porque algunos buques cambian sus nombres cuando están en el mar para no ser identificados. Es por esto que instamos a nuestros países aliados a utilizar las herramientas internacionales e intercambiar información sobre su pesca, para frenar esta práctica y denunciar a todo el que no siga las normas”, finalizó Piechowski.
