Estados Unidos ultraja, mientras las Ongs callan

DETRÁS DEL HORIZONTE / Por: Dr. Darío Yrizarry

DETRÁS DEL HORIZONTE/ por: Dr. Darío Yrizarry  | Indignante e inhumana ha sido catalogada por la comunidad internacional la acción emprendida por la administración Biden, ejecución hecha por la seguridad fronteriza montada, en contra de un grupo de indefensos nacionales haitianos que buscan, a través de la frontera con México  pasar a territorio americano. 

Más humillante no ha podido ser para el mundo ver el maltrato y desprecio a gentes que su único pecado es huir de una inviabilidad de su país, propósito que los lleva detrás del american dream, buscando protección a través de la adquisición a la condición de refugiado humanitario por derecho. 

Las vergonzosas imágenes del maltrato dado a ese grupo de haitianos, les han dado la vuelta al mundo como testigo fiel de una crueldad y desprecio total para con unos seres humanos necesitados de protección de las grandes potencias, ciudadanos del mundo que se atrevieron a emprender un viaje hacia lo desconocido como única vía de escape a su inseguridad.  

El rechazo total generado por las organizaciones de los Derechos Humanos a causa de esta bochornosa e inhumana acción escenificada por los policías montados que vigilan la frontera entre Estados Unidos y México, fue a unanimidad. Y no era para menos,  vista la cruda realidad del maltrato físico a miles de haitianos cuyo único delito cometido ha sido tratar de escapar a la crisis en su país, cruzando Rio Grande en busca de refugio humanitario. 

Un comportamiento extraño de la comunidad internacional agrupados en la ONU, a ojos de los dominicanos, ha sido el silencio post  maltrato, la que no ha emitido, hasta ahora, comunicación alguna en nombre de los países  signatarios.  La cancillería, en nombre de un país que ha sido vilmente atacado por las Ongs y el propio gobierno del norte, por igual, no se ha visto elevando protesta por tan bochornosa acción, incluso acusándonos de una xenofobia y racismo que solo ellos por ser parte interesadas, enarbolan como instrumento de su idea fusionista.

La comunidad internacional ha dado claras señales que para nada interesa una intervención militar de Haití, considerada una posibilidad como un aporte beneficioso a un posible problema de desestabilización regional a futuro. 

Por el contrario, minimizan la realidad de ese conglomerado, poco importando las atrocidades cometidas por un falso liderazgo político agrupados en bandas criminales, coaccionados por  fuerzas paramilitares que tras décadas mantienen a sus gentes sumidas en el caos, la pobreza extrema y la práctica de una falsa democracia.  

Mientras esto ocurre en la frontera México estadounidense, el gobierno americano trata de alejar al Presidente Biden de este acto, emitiendo un mensaje a través del portavoz de la Casa Blanca, desvinculándolo de cualquier acción realizada de forma particular que tenga relación con el trato inhumano tanto en su frontera como en otro lugar, puntualizando que dichas acciones no se corresponden con la política migratoria de su administración. 

Danny Foete quien era el enviado especial de la casa blanca en Haití, Indignado por tal acción, deleznable por demás, se vió obligado a presentar su renuncia con efectividad al pasado 23 de los corrientes, lo que pone en evidencia el rechazo al manejo de la política migratoria hecha por la administración Biden.

Mientras esto ocurre en la Democracia más grande del mundo y con el silencio cómplice de los dominicanos pro fusión de la Isla, estos, haciendo el papel de guardianes del mundo aliados a las Ongs de capitales extranjeros, han querido obligar al gobierno dominicano a asumir ese gran problema que se llama Haití, de cuya desgracia no somos responsables. 

Grupos paramilitares fuertemente armados implantan el terror en las calles de Haití sin el más mínimo respeto a la vida, violando enmiendas de los Derechos humanos, convirtiéndose en una amenazan real del bien valorado turismo dominicano, así como a la paz social de la región. 

Por su parte, dominicanos anti patrióticos apadrinados por Ongs enquistadas en países como Francia, Estados Unidos y Canadá, alzarían su voz en contra de la república dominicana, si por el contrario, la represión sufrida por los haitianos el pasado viernes 25 de Septiembre se hubiera hecho en nuestra frontera con Haití. Tanto nuestros soldados como el Presidente Abinader estarían puestos en el paredón de fusilamiento social por xenofóbicos.  Nos imaginamos las reacciones de condena que recibiría el actual gobierno por parte de estos pseudos defensores asalariados de la ongs escudados en los derechos humanos, incluso pidiendo

Cuando se humilla a alguien en público y con cierta violencia, es una acepción de la palabra ultraje.

Ahora, la pregunta y respuesta es: ¿tienen derecho los americanos y otras naciones a defender su soberanía? Claro que sí.

…y los dominicanos no? ¡Juzgue usted!. 

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